Really 24:20-37:50. Fred Moten in Huntsville Texas. Taking Huntsville down. Taking the walls down.

In the past few days, while writing emails, I have unwittingly invented what appear to be new English words:

mamotret

&

periply

I think these words should exist in English already. Ah, como se cruzan los cables.

Yaaas

The Zumba aesthetic fully embraces its place at the bottom of the fitness and fashion food chain. Part of its charm is its paisa-pocho-ness that comfortably and inelegantly mashes together banda, hip hop, and reggaeton, wraps neon spandex over everything, and runs the whole hot mess through a copier to make copies of copies of copies of itself.

More here at All the Zumba Ladies

Guilt is what makes a good life built on evil no longer good. I have a memory of the writer Sherman Alexie cautioning me against this way of thinking. I remember him saying, ‘‘White people do crazy [expletive] when they feel guilty.’’ That I can’t dispute. Guilty white people try to save other people who don’t want or need to be saved, they make grandiose, empty gestures, they sling blame, they police the speech of other white people and they dedicate themselves to the fruitless project of their own exoneration. But I’m not sure any of that is worse than what white people do in denial. Especially when that denial depends on a constant erasure of both the past and the present.

More here by Eula Biss.

It's Paiute Land...

Burns Paiute Tribe chairperson Charlotte Rodrique told The Stranger that she would not dignify the "Constitutional Freedom" group's movement with a formal statement from the tribe, but would comment as an individual. "I do not condone the actions of the 'Constitutional Freedom' group who have taken over occupation of the Malheur National Wildlife Refuge Headquarters," Rodrique wrote in an e-mail. "I believe there is little local support for their 'cause'. I have not observed many 'locals' at their gatherings. As a tribal member, I will not dignify their movement with a formal statement. The leaders [of the group] have taken it upon themselves to speak on issues that are of no concern to tribal interests. They seem to be motivated by greed and anger."

More here.

If not Fluxus, then who, I had asked Belmore the day before [are your performance influences]. She told me the story of the Micmac Indian who had been taken to France in the 16th century. “He was put in a beautiful garden to be the Indian at the party for all these wealthy people. They put a deer in the garden: he was to kill it, dress it, cook it, and eat it. They watched him for a long time, and according to the Micmac people, to take his revenge, he relieved himself in front of them all. For me, that’s early performance art. That’s brilliant. That’s my influence.”

—Lucas Iberico Lozada here

I think that white people, for the most part, never think about black people wanting to be in black only spaces, because we do not feel safe. 

 In my last book, “Writing Beyond Race: Living Theory and Practice,” I really wanted to raise and problematize the question: Where do we feel safe as black people? I definitely return to the home as a place of spiritual possibility, home as a holy place.

- bell hooks on buddhism, the Beats and loving blackness

Y pues lee esto:

La generación de los setenta –ese raro hongo entre un jardín que en buena medida se ha decantado por la estabilidad y otro que parece encontrarse todavía en proceso de calibración– ha arrojado, quizás, las poéticas más potentes y arriesgadas de los últimos años en México. Autores como Alejandro Tarrab (1972), Dolores Dorantes (1973), Luis Felipe Fabre (1974), Román Luján (1975), Luis Alberto Arellano (1976), Eduardo Padilla (1976), Maricela Guerrero (1977), Rodrigo Flores (1977), Efraín Velasco (1977), Sara Uribe (1978), Hugo García Manríquez (1978), entre muchos otros, han sumado dimensiones a ese objeto heterogéneo y lleno de subjetividades al que solemos referirnos como “poesía mexicana”. Para la mayoría de ellos, en algún punto, la escritura parece representar una problematización del lenguaje, una exposición al flujo de algo vivo y potencialmente peligroso. La indeterminación, el juego, la asimilación de materiales en apariencia no-poéticos y la búsqueda constante de la restructuración de los elementos discursivos, conceptuales y formales del poema, cobran una importancia fundamental. 

En Transtierros.

+

Y estos 10 poemas de QPOC (un término intraducible si es que existiera alguna vez algo intraducible).

+

Y estos dos más poemas tbn de Arielle Greenberg.

Sigo sin saber qué es esto. O sigo sin saber porque me empieza a doler la cabeza tanto tanto. Sigo sin saber por qué escribo aquí o la verdad por qué escribo, o en general, por qué seguir escribiendo. Sigo sin saber si escribir en una lengua o la otra. Pero sigo sabiendo qué me gusta leer los blogs de mis amigas, como ha sido el caso desde hace mucho. Sí, amigas, porque ahora son puras amigas las que escriben en sus blogs. Ya nadie más. Es como la tierra de nadie aquí, esta tierra del blog que ya la mayoría parece haber dejado atrás hace mucho. Platicaba con una persona que está llegando a ser amiga (*un guiño a todas las personas que no establecen amistades fácilmente*) y nos damos cuenta juntxs de que un blog no es un libro. Parece muy evidente, no es ninguna novedad, pero hablamos de lo lindo de encontrarse con un pequeño fragmento de escritura que te llega en algún momento de tu día. A mí, amigas, tus posts me llegan en los momentos más oportunos. Como hoy que es el fin del día y ya no aguanto a las multitudes o el bullicio de espacios retacados de gente y han sido dos o tres días de espacios retacados de gente y necesitaba alejarme un poco de todo eso y me acuesto o me siento en una silla y de repente te estoy leyendo, de repente estoy en tu fiesta familiar y me estoy riendo con tus maneras de hablar y tus modos de ser, o estoy en tu cuarto viéndote escribir cosas tristes y pues me llena de emociones, todos productos de sentirme identificado con ustedes, a pesar de las muchas diferencias, a pesar de tanto. Estamos llegando a la vejez, creo, o por lo menos con más edad encima se siente como que podría ser la vejez (aunque la verdad se sentía igual cuando tenía 19 e iba por los 20 años, aún en ese momento parecía vejez para este viejito-in-training). Te das cuenta cómo de repente el "enemigo" tiene canas o viste como muchas personas queridas se han muerto o como ya no están aquí acompañadonos. Hoy mientras paseaba por todos esos pasillos con todas esas personas me perdía a veces, me perdía entre todos los libros. Me perdía pensando también en ustedes en todas las cosas que harían o que no harían estando aquí. Ya no salgo mucho a las fiestas, amigas. No tiene caso, me digo. De por sí mi cuerpo no resiste mucho. Intento animarme y muchas veces no me puedo animar. Intento armarme de fuerza o de un sentimiento de apertura y muchas veces ni fuerza encuentro. Me pregunto qué estará pasando pero pues no, el mundo nos da una explicación demasiado fácilona: es la edad, es una fase, es una anti-socialidad que ojala que pase pero que la verdad no veo como una fase para nada, lo veo que una manera de llegar, una llegada, un aterrizaje. Ya no paso la misma cantidad de horas cuestionándome de la misma manera. Ahora tengo otras maneras de cuestionarme. ¿Debería escribir de mí mismo? ¿Debería hacer todo lo que estoy haciendo? Claro que me dudo. De hecho, escribí todo un texto a partir de la duda o con la duda como motor del texto. Lo escribí y sigue viviendo en mi computadora a escondidas, dentro de muchas carpetas que viven dentro de muchas más carpetas y, amigas, no sé qué hacer con ese texto. Allí se ha quedado. Y no sé si escribir aquí de mí mismo, si importa, seguramente no importa y eso me gusta: que no importa. Se me hace chistoso ahora que hay gente que me "conozca" sin haberme conocido. Hay gente que "ha" "escuchado" "de" "mí" y pues es como si tuvieran algo que decirme o pues que piensan que me conocen y pues no sé. Tal vez conocen a uno mejor que uno, pero ahora hay gente que hasta llega a pedirme mi participación en algo o mi colaboración con algo y me hace reír un poco cuando intento ofrecerme, cuando intento decirles sí y luego me doy cuenta de que no lo puedo hacer. Me doy cuenta de que no es posible siempre ofrecerme de esa manera (a pesar de los halagos o a pesar de las buenas intenciones). No lo digo de mal pedo ni nada. Solo digo que se me hace raro que ahora hay unas pocas personas que vienen a pedirme cosas como si supiera algo. Mi papá siempre me habla de mi escritura como mi chamba, como un changarrito, como un negocio pues. Y entiendo por qué. Es su manera de vincularse conmigo, de enlazarse conmigo. El negocio siempre ha sido la cosa más real en su vida, yo creo. La lucha por un poco de dinero es la lucha por la seguridad, por un poco de espacio en este mundo que no le regaló mucho más que esa piel blanca y esa idea de pertenecer al género de la hombría. Bueno el mundo le dio mucho pero quería más. Tal vez esa sea la manera más certera de decir las cosas. El mundo le dio mucho pero quería más y específicamente quería más para su hijo, que es otra manera de decir que quería más para él mismo. Ya me revolví en mi mente que es lo que siempre estoy haciendo, revolviéndome y perdiéndome en mi mente. Y hoy decidí escribirlo aquí y postear para ustedes. Esto, se lo escribo a ustedes, amigas, las que normalmente pasan por aquí a leer. Espero que las que hayan llegado aquí hasta el final hayan disfrutado de la lectura. Si algún hombre haya leído hasta acá, te digo que mejor leer la escritura de seis mujeres subalternas / marginadas / excluidas / no-escuchadas que leer la escritura de seis hombres escribiendo sobre las mujeres subalternas / marginadas / excluidas / no-escuchadas. O sea, mejor no me lean. Creo que estoy escribiendo todo esto porque necesito encontrar una salida al revoltijo que es mi mente en estos momentos. Creo que también me ayuda pensar que al contrario de los dos libros que habitan mi mente, estas líneas se van a publicar de inmediato. Esa publicación inmediata me sigue dando miedo y me da gusto porque zas ya pasó.

* Se aceptan comentarios, amigas. Sé que eso de dejar comentarios es súper retro, pero igual me mandan un Whatsapp o un text o una paloma si quieren. *

INSTRUCCIONES PARA CAPEAR EL MAL TIEMPO:

En primer lugar, no se se desespere y en caso de zafarrancho no siga las reglas que el huracán querrá imponerle.
Refúgiese en la casa y asegure los postigos una vez que todos los suyos estén a salvo.
Comparta el mate y la charla con los compañeros, los besos furtivos y las noches clandestinas, con quien le asegure ternura.
No deje que la estupidez se imponga. Defiéndase. A la estética, ética.
Esté siempre atento. No les bastará empobrecerlo y lo querrán someter con su propia tristeza.
Ríase estentóreamente. Mófese: la derecha está mal cogida.
Será imprescindible cenar juntos cada día hasta que la tormenta pase.
Son cosas simples, sencillas, pero no por ello, menos eficaces.
Diga hacia el costado buen día, por favor y gracias. Y la concha de su madre cuando lo soliciten desde arriba. Tírele con lo que tenga, pero nunca solo. Ellos saben cómo emboscarlo en la desprevenida soledad de una tarde.
Recuerde que los artistas serán siempre nuestros. Y el olvido será feroz con la comparsa de impostores que los acompaña.
Todo va a estar bien si me hace caso. Sobreviviremos nuevamente, estamos curtidos.
Cuidemos a los pibes que querrán podarlos.
Solo es menester bien pertrecharse y no escatimarnos amabilidades.
Deberemos dejar a mano los poemas indispensables, el vino tinto y la guitarra.
Sonreírles a nuestros viejos como vacuna contra la angustia diaria.
Ser piadosos con los amigos. No confundir a los ingenuos con los traidores.
Y aún con estos, tener el perdón fácil para cuando vuelvan con las ilusiones forreadas.
Aquí nadie sobra. Y eso sí, ser perseverantes y tenaces, escribir religiosamente todos los días, todas las tardes, todas las noches. Aún sostenidos en terquedades si la fe se desmorona. En eso no habrá tregua para nadie.
La poesía les duele a esos hijos de puta.

Alejandro Robino.

(Reblogeado desde aquí)

NW: The poems are all in English except for one in Spanish, with a translated version. What is the piece in Spanish doing there? What about its translation into English? What do you want readers to be thinking about language? 

RT: In that piece, what I am trying to do is shed a bright light on the specifics of English syntax. First there’s a Spanish piece that’s very brief, a rendering of somebody at a union hall, shushing up fellow co-workers, trying to get his/her take on last night’s incident—the explosion. Later, in another instance the English “version” is a translation of the Spanish one, but without me straightening out the syntax. I keep the syntax of Spanish but use English words. The intended effect is to keep readers/listeners from internally dozing off, thinking that what they’re hearing is “meaning”, rather than a making of meaning. I do all sorts of things to keep spectators on their toes. I do this too, to keep me on my toes. If I get complacent, then it’s all over for the poem, or book, or reading, in terms of keeping it vital.

From an interview with Rodrigo Toscano at Puerto del Sol.

Ellos existen, yo no.

Escribe una introducción al poema que sea el poema. (Idea fallida.)

Yo soy el producto del imperialismo petrolero.

Everything's so disgusting in Houston. - D.D.

I want none of that.

I've been looking around and you were here all the time. - Roxanne Collins