Me puse esta camisa hoy porque me gustan las letras. Dice Metallica en letras grandes inclinadas, esas letras que son como relámpagos. Esas que ya conoces, verdad, con la gran M y la gran A que forman un tipo puente en medio. Espero que la camisa le guste a él también. Siempre se ve más punk que yo. Hoy también. Hoy hasta más, con sus jeans súper apretaditos, sus botas negras. Hoy me dio un panfleto que dice también en letras grandes, también letras que se ven como relámpagos, dice "Hagamos del Punk nuevamente una amenaza" y tiene un tipo vestido igualito tocando su guitarra con violencia. Me dio el panfleto hace tres horas. Vino a mi casa, me lo dio y se fue. Dijo que tenía que ir a la casa de su mamá unas horas, un compromiso pues. Me puse a leer el panfleto anarco-punk. La rebelión, la actitud anti-autoritaria, las nuevas palabras como anti-autoritaria. Decidí que a mí también me gustaría ser una amenaza. Ahora necesito botas negras y jeans más apretaditos se supone. Y pues hace rato, él regresó a la casa y salimos juntos. Vamos a la casa de una amiga. Esa amiga siempre nos da chance de pasar un rato a solas en su cuarto. Es súper buena onda la chava. Pero hoy, realmente no me importa si hacemos algo a no. Antes de subirme al Metro, paseamos por la Macroplaza. A cada mendigo que encuentre en su camino le da por lo menos diez pesos. Lo merecen, dice. Viven mal, dice. Hablamos de los ochenta, de lo que leí en el panfleto, de todo eso, y la plática estuvo chida. Quiero comprarme las botas primero. Lo he pensado, y, sabes qué, estoy cansada y cuando llegamos a la casa de la amiga, me voy a dormir un rato. Nunca dormimos mucho allá. Pero hoy estoy cansada.

(Foto by Abraham Palafox. See Abraham´s fotoblog here.)

(This is a reprint from the
Catalogue of Feeling.)